Siempre supuse que la muerte de un artista de semejante magnitud ocasionaría revuelo y reacciones múltiples en diferentes países y sectores de la cultura y la sociedad. Internet me permitió comprobar que así ocurrió, en efecto. Y yo, que reconozco la indudable verdad de que fue Camilo Sesto el ser humano que más influencia ejerció en mi vida a través de sus creaciones y ejecuciones musicales, así como de su atractivo físico y su desempeño en escena, he llegado a la resolución de que es el momento de poner en práctica el conjunto de conocimientos, apreciaciones y singularidades provocadas por el mayor cantante de los setenta y ochenta en el ámbito hispanohablante, para, por fin y de una vez por todas, escribir el texto postergado y altamente merecido sobre tan extraordinaria figura de la música mundial. Solo que no será la pretendida biografía imaginada con anterioridad, sino un análisis bastante apasionado de su obra musical tan desmesurada. Espero no desentonar en la ejecución de este homenaje.